Se fue

Habían quedado en el café de siempre, ese era su sitio, hacía tiempo que ya no eran novios pero seguían siendo amigos, siempre fueron amigos.

Él ya estaba esperándola, fumaba un cigarro y miraba el celular

-          - Pensé que ya habías dejado de fumar – dijo ella a la vez que lo saludaba.

-          - También yo, pero así pasa pedacito – respondió

Se sentaron en el sitio donde los dejaban fumar, ella ya no fuma, pidieron lo de siempre, ella apagó el celular, él hizo lo mismo.

-          - Cómo has estado pedacito, hace tiempo que no te veía – dijo Ariana

-          - Sí pues, hace tiempo que no te veía, estás linda como siempre – dijo él

-          - No creo que hayas estado muy bien, estás fumando ¿qué pasa?

-          - Ya después hablamos de eso, quiero saber de ti, te he extrañado

-          - No cambias, sé que me has extrañado, has llegado primero – sonriendo

-          - Ya pues, cuéntame, cómo te va con ese susodicho

-          - ¿Susodicho?

-          - Si no me lo has presentado es un susodicho

-          - Lo siento por no presentártelo, no es que precise de tu autorización o sí?

-          - Me preocupa siempre con quién andas, desde Juan no he sabido mucho de ti.

-          - Lo sé, mantuve mi distancia, pero aquí estoy, sé que son muy amigos y aún salen pero este tiempo me ha servido para darme cuenta de lo que quiero y que no, de lo que siento también.

-         -  ¿Y qué quieres?

-          - Comer, mucho se está demorando lo que hemos pedido

-          - Pedacito ya comerás, pero dime pues, por cierto Laura y yo terminamos.

-          - Ya lo sabía

-          - ¿Cómo? Maldito facebook – ambos rieron y llegó su pedido

-          - Bueno ya puedo hablar tranquila, estaba muerta de hambre

-          - ¿En serio? Bueno, cuéntame.

-          - Uno, dos, tres, ya, te cuento, ya te he contado como lo conocí, cómo pasó y que lamentaba mucho lo que ocurrió esa noche en casa de Juan, pero qué puedes hacer cuando algo que pensabas que no pasaría, pasa, sé que te había dicho lo mucho que amaba a Juan, pero cada vez que lo decía pensaba si de verdad lo amaba, pero ahora es peor creo, ahora sé lo que siento pero no sé si él de verdad siente lo mismo.

-         -  Pedacito, siempre has estado rodeada de gente que te adora, por qué te preocupas por él, cuándo te has preocupado por si alguien siente algo por ti, ¿ahora de verdad te importa?

-          - Parece que sí – dijo mirándolo fijamente y suspirando

-          - Entonces ya no me quieres

-          - No seas tonto, no estamos hablando de eso, no es lo mismo, vuelve al punto ok 

-          - Arriésgate

-          - ¿Así de fácil?

-          - Sí, y si te lastiman me lo dirás, jamás te he visto así, no sé qué haré, pero en algo te ayudaré, espero.

Se acercó un amigo de ambos, lo saludaron, conversaron durante horas, encendieron los teléfonos, tal vez no se verían en mucho tiempo más, él la acompañó  a buscar un taxi, la abrazó como nunca, ella subió al taxi y se fue, pero él se quedó, se quedó con todas las ganas de decirle lo mucho que la amaba, que la necesitaba y que siempre lo fue todo para él, que soportó verla con otros pero que ya no podía más, habían pasado años pero él seguía amándola, que se arrepentía de todo y que la quería de vuelta, pero para ella sólo era un amigo.