lunes, 9 de diciembre de 2013

Día malo, buena excusa.

Tener un día karma en el año, un día que no es bueno, todo lo que trae ese día, recuerdos, falta, ausencias; ese era su día.


Debía levantarse temprano, verse con su mejor amiga, acompañarla como violinista y aprovechar para hacer su tarea, no le emocionaba mucho esa mañana; se levantó, encendió la PC y el maldito chat automático se abrió, la saludo cierto sujeto que también suele madrugar, hablaron un rato, le contó sus planes laborales, y ella le contó acerca de su misión universitaria para el día, él le dijo que gustosamente lo acompañaría al desocuparse, ella le agradeció el gesto y aceptó; la mañana era muy soleada, algo que no suele disfrutar mucho pero de alguna manera hablar con él la animó; paseó por la ciudad, compró una nueva pulsera, estuvo con su amiga y su nueva posible promesa sentimental (y su perro), hizo algo de su trabajo; entonces recibió una llamada, era él, no había olvidado su ofrecimiento, se encontraron en el centro de la ciudad; algo no estaba bien, estaba ansiosa, estaba feliz; era el centro de la ciudad y no había mucha gente por ahí, tenían una pequeña pelota (del perro), jugaron un rato, caminaron un par de cuadras y tuvieron que despedirse, obviamente no la ayudó con su trabajo, solo quedaron en verse más tarde, en la noche, con la misma excusa… hacer el trabajo. Él fue a verla, salieron, visitaron a unos amigos, disfrutaron de esa noche y con pequeños detalles mejoró su día karma, sabe hacerla sonreír.