La inseguridad es el peor acto de flagelación, sobre todo
cuando esa seguridad depende de alguien más, todo está en los actos y en los
mínimos detalles.
La tarde en la que se conocieron no imaginó lo importante
que sería, ni que todos sus planes cambiarían, mucho menos que al fin alguien
podría hacerla sonreír. Como pasó exactamente, nadie tiene idea de eso, solo
pasó, pero no es fácil, ella a pesar de sus errores aún le cuesta dar más, no
está segura de hacerlo, él ha derrotado casi todos sus miedos y aunque tal vez le
duela, ella aún no sabe cuánto puede confiar, si de verdad no la lastimará.
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