lunes, 27 de mayo de 2013

Extrañar, verbo de mierda

Extrañar, hace un tiempo entendí lo profundo y horrible que es ese verbo, ocho letras de mierda, jamás lo había pasado; claro, la gente se muere y la extrañas, pero no, no es lo mismo, porque no estar no es igual a morir, morir es irremediable y aprendes a vivir con la nostalgia, pero si alguien no está a tu lado físicamente, aunque hablen 25 horas al día como la canción sigue haciendo falta, extrañas todas las cosas que causaban su sola presencia, convirtiendo cada lugar en recuerdo, medio triste, medio alegre, porque sabes que no está pero tal vez puede volver.

He descubierto que extrañar es un limbo entre la sonrisa y la lágrima, entre querer y dejar pasar, entre hacer falta y aprender a seguir sola; y que por más tecnología que tengamos no podremos compartir la calidez de un beso, un abrazo o una mirada; que en más de una ocasión han hecho falta, me han hecho falta y me siguen haciendo falta.


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